sábado, 31 de julio de 2010

LECTURAS PARA VACACIONES


Para estas vacaciones Agosto os voy a ir dejando algo que leer, espero que lo disfrutéis, nos vemos en septiembre.

viernes, 30 de julio de 2010

MARK KNOPFLER GET LUCKY TOUR (II)


Artículo aparecido en diariovasco.com.
KNOPFLER SIGUE ENCANDILANDO CON SUS SEIS CUERDAS, AUNQUE NO SEAN TAN ROCKERAS
Noticias EFE - Gorka Ruiz

Córdoba, 25 jul (EFE).- A pesar de que las seis cuerdas de la guitarra de Mark Knopfler no suenen tan rockeras como lo hacían en Dire Straits, el escocés ha encandilado en Córdoba a 12.000 personas que se han rendido a lo evidente: Knopfler es mucho más que el ex líder de Dire Straits.

Y es que, aunque parezca mentira, Mark Knopfler ya tiene seis discos en solitario desde que en 1996 presentó "Golden Heart", un disco mucho más tranquilo e intimista de los de su antigua banda y que sirvió de punto de partida para sus viajes al blues, al rock y al folk que ha mantenido en el resto de álbumes, también en su último trabajo "Get Lucky", que ha presentado hoy en la ciudad califal.

Puntual y con ganas, a pesar de la lesión de espalda que padece y que le ha obligado a tocar sentado, Knopfler ha comenzado el fin de fiesta de la XXX edición del Festival de la Guitarra de Córdoba con "Border Reiver", el primer tema de su último trabajo con aromas de folclore irlandés y que ha sonado al ritmo de la gran cantidad de abanicos usados por los cordobeses, literalmente asados de calor.

Knopfler, de 60 años, ha estado acompañado por sus grandes amigos y excepcionales músicos Guy Fletcher (teclados), Danny Cummings (batería), Richard Bennett (guitarra), Glenn Worf (bajo), Matt Rollings (teclados) John McCusker (violín) y Mike McGoldrick (flauta), que, con su buen hacer, han acompañado a la perfección al genial guitarrista que, a pesar de ser zurdo, toca como un diestro.

Con "What It Is", de su segundo disco en solitario y que recuerda al estilo de Dire Straits, los ánimos del público se han empezado a caldear, aunque la calma ha vuelto con la genial "Sailing to Philadelphia", de impecable interpretación y donde Knopfler se ha podido lucir a gusto.

"Coyote" y "Hill Farmer's Blues" han servido de aperitivo al primer plato fuerte de la noche, la romántica "Romeo & Juliet" de Dire Straits, que Knopfler ha interpretado con su dobro y que ha hecho las delicias del público, que han terminado con los típicos "oe, oe", que la banda, en un guiño a sus seguidores, han instrumentalizado en clave de swing, preludio de lo que venía después.

La eterna "Sultans of swing", con más 31 años de vida, ha sonado con la misma intensidad que en los primeros conciertos de Dire Straits, aunque Knopfler se ha encargado de retocarla un poco a sus nuevos gustos.

Pero lo que no cambia es ese punteo, que sigue clavando, y que ha arrancado los primeros "torero, torero" de un público, ya entregado hasta el final de la velada.

"Done with Bonaparte" ha vuelto a calmar el ambiente con una melodía muy alegre y jovial, que ha dado paso a "Marbletown".

El éxtasis ha llegado con "Speedway at Nazareth" que según iba avanzado incrementaba su intensidad hasta dejar exhaustos tanto a la banda como al público, que ha disfrutado de lo lindo con su interminable punteo.

Y antes de encarar el final del concierto, otro guiño a los incondicionales de Dire Straits con "Telegraph Road", que la banda ha terminado con un brindis a todos los presentes.

Para el bis, Knopfler ha elegido temas tranquilos como la eterna "Brothers in arms", "So far away" y "Pipper to the end", con las que el público se ha marchado a casa con la sensación de que el escocés, toque lo que toque, sigue siendo un grande de las seis cuerdas.

jueves, 29 de julio de 2010

MARK KNOPFLER GET LUCKY TOUR


Artículo aparecido en El Periódico de Catalunya.
MARK KNOPFLER EXHIBE SU CARA MÁS DELICADA

El antiguo líder del grupo Dire Straits concentró su actuación en el repertorio de sus discos en solitario, inmersiones sutiles en las raíces del folk, el blues y el country
Sábado, 24 de julio del 2010 - JUAN MANUEL FREIRE

Si nos paramos a hacer cuentas, veremos que Mark Knopfler ya ha pasado mucho más tiempo de su carrera artística fuera que dentro de Dire Straits. Su producción en solitario, entre discos grabados a su nombre y bandas sonoras, gana en grosor a la discografía (seis álbumes) de la banda que lo convirtió en ídolo del rock en los 80. Es decir, este guitar hero zurdo (como Paul McCartney, como Kurt Cobain) tiene todo el derecho del mundo a basar sus directos actuales en su producción propia y más personal. Y en ella se concentró en su actuación de anoche en el Pavelló Olímpic de Badalona, para la tristeza, quizás, de quienes esperaban una mayor presencia, si no un desfile, de riffs musculosos.

La cara que ayer mostró Knopfler fue, principalmente, la del compositor de las músicas de filmes como Un tipo genial (1983) o La princesa prometida (1987). La de un tipo sensible, conocedor de las tradiciones, amigo del esencialismo, capaz de decir mucho o bastante con solo unas pocas notas. Cuando se dedicaba a jugar con su guitarra, lo hacía sin caer excesivamente en la autoindulgencia. Bajo el brazo, un disco deliberadamente pequeño del que apenas se ha hablado, aunque tenga su valor: Get lucky (2009), colección de números folk de inspiración celta, blues con vistas al country y pop de cámara, en torno a un puñado de grandes personajes de clase obrera que Knopfler ha conocido a lo largo de sus periplos.

Arrancó con el tema inicial de este, Border reiver, con aromas de folclore irlandés. Y a continuación rescató, siempre desde la contención, tres temas de su disco del 2000 Sailing to Philadelphia: What it is; el que le daba título, que en el álbum contaba con voces de James Taylor, y en tercer lugar, Prairie wedding. Hipnosis rítmica con la estimable Hill farmer's blues, de The ragpicker's dream (2002).

BISES ACLAMADOS / Y entonces, la locura. Porque llegó el primer contacto con los éxitos de Dire Straits. Primero, Romeo & Juliet, que fue recibida con alegría, y después Sultans of swing, el tema que nuestro protagonista nunca se librará de tocar en sus conciertos, a riesgo de salir convaleciente. Aunque él ya se encarga de retocar un poco las canciones para no aburrirse con el obligado revival, que también se impuso en la recta final, con bises como Brothers in arms y So far away. Tras el final de Sultans of swing, los aplausos tardaron en apagarse y el público inició un coreo salvaje que Knopfler y grupo, finalmente, decidieron musicar, en un arrebato de buen humor. Arreglos folk para un vocerío futbolero de campeonato.

Knopfler pareció pasarlo bien –no dejó de hacer comentarios jocosos–, igual que sus músicos: el teclista Guy Fletcher (ex Dire Straits), el flautista Michael McGoldrick, Glenn Worf en el bajo... Todos ellos músicos virtuosos, expertos en su oficio, «viejos maestros», como los definió su jefe antes de presentarlos. Virtuosismo y alta fidelidad: todo sonó durante toda la noche transparente como el agua de manantial. En plena efervescencia de baja fidelidad y producción casera, Knopfler vino para reivindicar el lujo sónico.

miércoles, 28 de julio de 2010

MARK KNOPFLER EN MURCIA (III)


Otra crítica aparecida esta vez en el diario La Opinión
EL KNOPFLER MÁS ÍNTIMO
La Plaza de Toros de Murcia se llenó para ver al ex líder de Dire Straits, quien deleitó al público con un sosegado concierto en el que repasó sus éxitos
26 de julio de 2010 La Opinión de Murcia
JAVIER GONZÁLEZ SOLER
Desde que se anunció que Mark Knopfler actuaría en Murcia casi todas las entradas se agotaron y así era el aspecto que presentaba el sábado el coso de La Condomina: abarrotado. El guitarrista y cantante escocés dejó claro desde el principio que pensaba deleitar y satisfacer a sus miles de seguidores, pero también puso claras sus condiciones: quien pensara que iba a ver a quien fuera líder de los Dire Straits en una de las trepidantes actuaciones de la mítica banda podría despedirse, pues desde el primer momento dejó sentado (nunca mejor dicho) que iba a ser un concierto más para escuchar que para bailar. Su petición inicial de que no se grabara en video para favorecer la concentración del artista y sus seguidores y su actitud sentada en una silla daban los primeros indicios.

Lo de permanecer sentado durante todo el concierto parece ser debido a los problemas en la cadera que acusa desde el accidente de moto sufrido en 2003, pero también el repertorio escogido invitaba más al deleite con la música que a la fiesta. Aun así, la entrega del artista y su banda fue total y siempre se dirigió al público con ánimo de agradar, nada que ver con Van Morrison y otros divos que nos han visitado.

La gira lleva el título de su último álbum, Get Lucky, aparecido en septiembre de 2009. Pero como era de esperar no se limitó a tocar temas del mismo, sino que hizo un repaso de su amplia discografía, con un toque que él mismo define de autobiográfico, si bien el álbum del que más canciones extrajo fue Sailing to Philadelphia, su segundo disco en solitario. Se presentó con los mismos músicos que le acompañan en este disco y casi desde el principio de su etapa en solitario. Una banda compacta y sólida en la que cabe destacar a su inseparable guitarrista Richard Bennet, al bajista Glenn Worf y al baterista Danny Cummings rescatado ahora y que ya militó en una de las épocas de Dire Straits.

A pesar de que la gira se realiza en grandes escenarios, plazas de toros y polideportivos, podríamos decir que el espectáculo es austero (si cabe ese término cuando hablamos de estas dimensiones); es decir, no había pantallas de video ni espectaculares juegos de iluminación más allá de lo propio de un escenario de estas dimensiones, ni otro tipo de artificios, si bien la calidad del sonido era innegable. Por el repertorio y la actitud, se trata de un concierto más propio tal vez de un recinto más reducido que nos presentó al Knopfler más tranquilo, con una lista de temas cargada de influencias country y folk, y la sombra del maestro JJ Cale flotando en el ambiente.

Abrió el concierto con Border Reiver, el primer tema del último disco, pero no continuó por ahí, pues le siguieron tres de Sailing to Philadelphia y Hill Farmer´s Blues , de The Ragpicker´s Dream, con la que empezaban a calentarse los motores. A mitad del concierto, Dire Straits no se hizo esperar más tiempo y sonaron los primeros acordes Romeo and Juliet para delirio del personal que esperaba ya un aluvión pese a tratarse todavía de uno de los temas ´románticos´. Siguió con el mítico Sultans of Swing y la gente esperó tocar el cielo. Una versión aseada, muy fiel a su puesto en la historia, en la que la banda se redujo a los cuatro instrumentos de la primera formación de Dire Straits: dos guitarras, bajo y batería. Sonó el rock´n´roll, el dixie y el Honky Tonk, pero Knopfler, ahora con su icónica Fender roja, no elevó el tono para provocar la euforia, sino que continuó sentado y con ese tono intimo que dominó la velada.

Tomó las riendas el público e incorporó al repertorio el futbolísitico himno Oé oé oé oé al que se sumó improvisadamente la banda con la batería, el violín, el contrabajo y el acordeón, para continuar con los sonidos folk de Done with Bonaparte, tras la presentación de los músicos.

Tras Marbletown y Spedway at Nazareth, de su carrera en solitario, y de los discos ya citados volvió de nuevo Dire Straits a modo de despedida, esta vez con Telegraph Road, tampoco de las más marchosas pero con un final en alto, lo que provocó grandes aclamaciones entre un público deseoso de aplaudir. Les sirvieron una especie de chupito y se despidieron brindando entre grandes vítores. Llegaron los imprescindibles bises y, de nuevo, dos éxitos de Dire Straits, superventas pero en la línea ´tranqui´ de toda la noche: Brothers in Arms y So far away. Cerró el concierto en el segundo bis de nuevo con un tema del último disco, la intimista Piper to the End. El público de Murcia asumió desde el principio como se iba a desarrollar el concierto, no hubo trampa ni cartón. No hubo gancho ni pegada, pero sí buena música y nadie salió defraudado. Una noche para el recuerdo.

martes, 27 de julio de 2010

MARK KNOPFLER EN MURCIA (II)


No tengo muchas ganas de escribir una crítica del concierto del sábado, simplemente diré que fue sublime, que me emocionó, que durante dos horas mis problemas se fueron muy lejos de mí. Que lo del sábado es música en estado puro, gusto, saber estar, un verdadero placer.

He leído una crítica que apareció ayer en el diario La Verdad (en su edición de internet) y con el que estoy en completo desacuerdo.

Os lo copio aquí debajo, junto con dos comentarios de dos asistentes al concierto.
MARK KNOPFLER: EL HOMBRE TRANQUILO
Sin levantarse ni una vez de su taburete y con un invariable tono confidencial, interpretó en Murcia catorce canciones durante dos horas
26.07.10 - 00:31 - JAM ALBARRACÍN

No sé si Mark Knopfler será fan de John Ford o si habrá estado alguna vez en Innisfree, pero la noche del sábado en Murcia mostró su particular versión de 'El hombre tranquilo', ofreciendo un set de elevada técnica instrumental y mínimo ritmo, que remitió con frecuencia a las costas de Irlanda y en el que, las matemáticas no engañan, interpretó catorce canciones para un total de 120 minutos. Sin levantarse ni una vez de su taburete y con un invariable tono confidencial.

Una plaza de toros no parece el mejor escenario para un show de velas y auditorio, pero manda el jefe y su colección de guitarras y Knopfler decidió ofrecer un repertorio de baladas en el que 'Sultans of swing' resultó el momento de tempo más alto, pese a ofrecer una versión ligeramente ralentizada. Ocurrió también, pero de modo más rotundo, con su slow motion de 'So far away' -si la toca más lenta, se para-, dos de las cinco canciones de Dire Strait que sonaron, siempre con solvencia instrumental. Las tres restantes fueron 'Brothers in arms', 'Romeo and Juliet' y 'Telegraph road', las dos últimas lo mejor del concierto.

Todo orbita, no podría ser de otro modo, sobre Knopfler y sus fraseos de guitarra, con su peculiar y ultrareconocible estilo fingerpicking, sin excesivos alardes -no los necesita- y, esto sí, con unos decibelios de más cada vez que se arrancaba como solista. La voz, en cambio, sigue siendo tan bonita y profunda como siempre, aunque no levanta el tono ni para pedir agua. De hecho, en la citada 'Sultans of swing' ni siquiera impulsa el mínimo aliento necesario en los puentes -ya saben, cuando 'a band is blowing dixie'-, que no es que sea ópera, precisamente. Sedación, todo parecía sedado. ¿Alguien puso algo en las bebidas?

Mark Knopfler abrió el concierto con 'Border reiver' y lo cerró con la atmosférica 'Piper to the end', justo las canciones con que comienza y acaba su última entrega discográfica, 'Get lucky'. Sin más noticias del disco. El resto fueron siete piezas de su trayectoria en solitario y las cinco citadas de Dire Straits. Bonita 'Sailing to Philadelphia'; acústica y un poco Johnny Cash 'Marbletown'; folkies casi todas las demás, en especial la sazonada con gaita 'Done with Bonaparte'; de final rockero -único atisbo de rock en el concierto- en la no obstante balada 'Speedway at Nazareth', donde por fin aparece la distorsión y suben los decibelios, que no la velocidad.

Huelga señalar que los momentos más emotivos llegaron con las inmortales canciones de Dire Straits. La balada (¿me repito?) 'Romeo and Juliet' fue la primera en caer y, ya saben, los pelos como scorpions. Con 'Sultans of swing' recordamos a nuestras primeras novias pese a lo descafeinado de la versión, en la que Knopfler respeta la parte final y más espectacular del segundo solo de guitarra. En 'Telegraph road', también lenta pero con desarrollo y cambios de intensidad, la banda da muestras de lo que sería capaz de hacer, si el jefe tuviera a bien.

Los bises fueron directamente soporíferos: 'Brothers in arms', la versión slow de 'So far away' y la densa, pero densa, neblina de 'Piper to the end'. Hubo un momento -los ojos cerrados, la cabeza caída- en que llegué a pensar que se dormía. Pero despertó, saludó, se llevó la merecida ovación. Más por lo que fue que por lo que mostró, por más que escuchar su acariciante voz y su delicada maestría como guitarrista bien valgan una misa de 50 euros. Y tal vez hasta dos.

El primer comentario
26/Jul/2010 - 14:48:49 - miguel guitarra
Discrepo totalmente con el articulo, primero porque ya sabiamos todos que ibamos a un concierto de Mark Knopfler no de Dire Straits, segundo porque ademas el concierto era promocionando su último disco "Get Lucky", por lo que a mi me parecio grandioso, eche alguna canción de menos como "Money for nothing" y quizas menos Folk y mas Rock, pero como ya he comentado era de preveer despues de oir el último disco, se ve que alguno le pillo de nuevas. Es uno de los mejores que he asistido, la banda impecable y el a la altura de los mas grandes. Sin grandes alardes de luces y pantallas, lo que premiaba era el sonido y sobre todo el de su guitarra. Por último concretar que no soy incondicional ni de Mark Knopfler ni de Dire Straits, pero como amante del rock y de lo bueno no podia dejar pasar la ocasión y no me defraudo nada aunque con el repertorio que tiene este hombre podria a ver estirado un poco mas el tiempo y haber tocado 3 o 4 temas mas, es la única critica que le puedo hacer. Para mi que la gira haya pasado por Murcia ya ha sido todo un regalo.

Y el segundo
26/Jul/2010 - 16:52:25 - Alfonso
No defraudó en absoluto. Lo que se vivió en Murcia el pasado Sábado es uno de los mayores regalos que uno de los grandes de la música nos ha hecho. Un nivel de interpretación de un nivel máximo al que muy pocas bandas pueden llegar, sin tener que adornarse y recurrir a efectos visuales y alardes tecnológicos. Fue, eso sí, música en estado puro, sin trampa ni cartón. Con un postrado Knopfler, con sus problemas de espalda y contra recomendación médica, hizo vibrar y emocionar a los que lo seguimos tantos años. No estoy en absoluto de acuerdo con el artículo, ya que se sabía que no se iba a un concierto de Dire Straits, sino de Mark Knopfler que hace ya muchos años dejó de buscar superventas para centrarse en hacer la música que quiere hacer. A poco que alguien sepa algo de su discografía ha podido ver la evolución del artista y su influencia por el folk y la música country. El autor del artículo habrá escuchado una versión máquina o tecno del so far away porque nunca ha sido rápida y desde luego el sultan of swing ha pasado por multitud de versiones, largas, cortas, rápidas, lentas, con piano al final, con el saxo, etc... La del otro día es una más y con unos fraseos de guitarra excepcionales. El único pero que le pongo fue la duración, ya que alguien con su trayectoria necesita bastante más tiempo para desempolvar todos sus éxitos, pero bueno, ya se vio que el hombre no está en plenas condiciones físicas. Sigue siendo un Dios de la guitarra, y un músico de muy muy altos vuelos. Una noche inolvidable.

lunes, 26 de julio de 2010

26 DE JULIO


Pues hoy estamos de celebración, no sólo porque sea mi santo, sino porque un día como hoy, -muchísimo más caluroso-, del año 2003 Tony y yo nos casábamos.

Pues eso, que seguimos celebrándolo.

domingo, 25 de julio de 2010

APARICIÓN EN TELEVISIÓN


No me gusta nada mi primera aparición en un programa de televisión (de las posteriores no tengo constancia en video), pero pensando lo pequeño que se puede llegar a hacer internet he decidido dejar la vergüenza a un lado y publicar el video en el blog. Seguro que tarde o temprano algún detractor lo encuentra y decide darle cancha para fastidiarme, así que mejor me tiro yo a la piscina y corto posibles enfados posteriores.

El mini reportaje surgió de golpe y porrazo unos días después de haber aparecido en la II Semana de la Moda de Valencia. Digo de golpe y porrazo porque me llamaron por teléfono a casa un día a las nueve de la noche para grabar el siguiente a las seis de la tarde.

Programa: (Des) Control
Cadena: Punt 2
Abril 2007

sábado, 24 de julio de 2010

MARK KNOPFLER EN MURCIA


Todo está listo, las entradas en el bolso, las ganas que rebosan por cada poro del cuerpo.

Más de 25 años esperando un momento como el de hoy. Por fin voy a ver a Mark Knopfler en directo. Y la oportunidad me la vuelve a brindar mi amada Murcia. A las ocho de la tarde estaremos en la puerta de plaza de toros para buscar un buen sitio desde el que ver y oír a este genio de la música.

viernes, 23 de julio de 2010

JULIO CORTÁZAR

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

jueves, 22 de julio de 2010

DERECHO AL ABORTO (II)


Este artículo apareció en el diario El País el 14 de Julio de 2010
FOTOS DE FETOS

MANUEL S. JARDÍ 14/07/2010

Las relaciones del género humano con las bellas artes son singularmente desiguales y bastante descompensadas. Cualquiera puede aventurarse con la fotografía, pero Capa y Centelles, entre pocos, ostentan un puesto de honor en el podio del reportaje gráfico. La derecha valenciana mantiene un extraño vínculo con la fotografía. Aplica la misma saña a censurar una exposición de imágenes ya divulgadas en los medios, que cuando echa mano de fotos de embriones para sabotear la legislación sobre el aborto. Para ponerse en ridículo, Francisco Camps y su Gobierno nunca sitúan el listón a una altura que no puedan superar en el siguiente salto. Ánimo, pues, y que no decaiga. Para ahuyentar las tentaciones abortistas, la paciente será sometida a un tratamiento que sin duda ocupará lugar destacado en el museo de los horrores. Falta por conocer los detalles de la disposición autonómica, pero tratándose de estos aprendices de doctor Mengele, el despropósito está garantizado. Podemos imaginar una escena con mujer en trance de acogerse a la ley para interrumpir un embarazo no deseado y, antes de tumbarse en el quirófano -que es lo menos parecido a tomarse una horchata en una terraza-, tener que someterse a una sesión coercitiva con la aviesa intención de que dé marcha atrás. Pensando mal, un médico o una enfermera se encargarán de pasarle, en silencio, una colección de fotografías e ilustraciones de fetos, a ver si la señora o señorita cambia de opinión impresionada por el catálogo. Pensando peor, será un obispo, sacerdote, destacamento de legionarios de Cristo, Juan Cotino o todos a la vez rodeando a la presa y bombardeándola con imágenes de fetos y consignas. Si no hay suficientes, pueden añadir cromos de renacuajo común. En medio de la pesadilla, no se va a notar. Y aún así, para ablandar al objetivo y doblegar su voluntad, quizá la paciente necesite vista de ginecólogo. Entre una foto actual de George Clooney y la de su propio embrión; entre la Charlize Theron de ahora mismo y su réplica embrionaria, no hay color. La respuesta esperada tampoco será la misma en la sesión de tortura. La distancia entre la perspectiva científica y el chantaje emocional entraña un riesgo mal calculado por los inquisidores. Un sujeto no responde igual ante los estímulos en un banco de semen, que una sujeta acorralada por un somatén de beatos, aunque ambas dependencias se hallen esterilizadas. Si el PP insiste en sabotear las leyes con fotos, exigiremos que en las próximas elecciones, cada fajo de papeletas del partido de la derecha, esté presidido por las instantáneas que mejor ilustran sus ejemplares trayectos: Camps imputado a la salida del juzgado, Fabra pendiente de juicio, Ripoll en el camino del cadalso, el cerebro de la trama Gürtel en la boda de El Escorial... Fetos o fotos son miradas distintas a un mismo código genético.

miércoles, 21 de julio de 2010

ECC


Ayer me llegó la noticia a mi cuenta de correo: ¡Tengo plaza en el Euro Clay Carnival 2010!

Casi que lo había dado por perdido, porque me había inscrito el mismo día que se abrió el plazo y me quedé en lista de espera.

Así que los días 9, 10, 11 y 12 de octubre estaré en Madrid disfrutando y aprendiendo.

domingo, 18 de julio de 2010

UN SILENCIO CÓMPLICE, LA DIÁSPORA REPUBLICANA DE 1939



Hace unos días mi gran amigo Pepe Andreu me envió el siguiente texto, del hitoriador Pedro Luis Angosto, con este mensaje:

Maldito silencio cómplice que llega a dulcificar o justificar lo que no tiene justificación.

Un beso.
Salud.
Gracias, Pepe.

Un silencio cómplice, la diáspora republicana de 1939

Presiento que lo que voy a escribir no va a gustar a mucha gente. No me preocupa demasiado: Mi intención no es sólo deleitar, mucho menos complacer a mandarines, sino tratar de mantener viva la memoria sobre un crimen tan brutal e indescriptible como poco difundido, con seriedad, por los medios de comunicación globales. Se habla con toda justicia de los crímenes de Hitler, de la diáspora judía, de las purgas estalinistas, de la brutalidad de Mussolini, de los “errores y daños colaterales” cometidos y perpetrados por el “emperador” Bush, pero apenas se dice nada de la dictadura más sangrienta y castradora, tanto por su intensidad como por su extensión en el tiempo, que haya existido en la Europa del pasado siglo: La presidida por el asesino iletrado Franco Bahamonde. Sí, es cierto, la guerra civil española es uno de los episodios históricos sobre los que más libros se han escrito, pero también uno sobre los que menos se ha leído. Hay miles y miles de libros sobre la cuestión, muchos de ellos ilegibles, otros honrados y una minoría serios y rigurosos que casi nadie, después de comprarlos por tal o cual recomendación, ha sentido, siquiera, la curiosidad de ojear. A estas alturas, la desinformación intencionada sobre la terrible represión franquista, sin parangón en ningún país de nuestro entorno: Al lado de Franco, Mussolini fue “santo varón”, llega a niveles tan increíbles como insultantes. Hoy, en esta España que presume de moderna y potente, la inmensa mayoría de los españoles cierra los ojos ante un periodo de horror como pocas naciones han conocido, nuestros chavales apenas saben quien fue Franco, incluso algunos de ellos –no tienen la culpa, es lo que oyen, lo que se les enseña en los centro oficiales de la democracia, públicos o concertados parasitarios- se atreven a cantar himnos fascistas y a defender públicamente al estúpido genocida, al individuo más perverso que ha dado nuestra nación en toda su historia.

Imbuido como estoy en dar las últimas pinceladas, o brochazos, a un libro -“Las grandes democracias contra la libertad de España”, que espero esté en la calle para la primavera-, me he preguntado una y otra vez, con enorme ingenuidad, por qué ese silencio nacional e internacional sobre la tremenda represión que sufrió el pueblo español al acabar la guerra, por ese exilio que ha pasado a los anales de la historia como el más largo, prolongado y mutilador de los habidos en nuestro continente, por qué tanto “demócrata callado” ante la barbarie que se cometía en nuestro solar, por qué tanta polémica absurda sobre si unos y otros cuando no había unos y otros, cuando quienes incendiaron y planificaron un exterminio ideológico inaudito fueron los militares africanistas, la iglesia católica española y la plutocracia nacional con la ayuda de sus homólogos de todo el mundo. La respuesta no necesitaba tantos devaneos ni tanto tiempo perdido. Estaba a la vuelta de la esquina: Franco incendió España con la ayuda de Italia y Alemania, azuzando los bajos instintos de los mercenarios moros, acabó con la democracia, mató, torturó y expulsó del país, dejándolo huero, a cientos de miles de personas, entre las que estaban quienes formaban parte del verdadero Siglo de Oro de nuestra cultura y nuestra ciencia: Los hijos de la Institución Libre de Enseñanza, la mejor generación de españoles que hayamos sido capaces de parir y formar. Jamás volvieron los muertos, jamás los desaparecidos, se ocultaron los torturados aterrados para contagiar su lógico miedo a sus hijos y nietos, se desperdigaron por más de cuarenta países los desterrados, los que todo lo habían entregado al engrandecimiento de su patria, los que la habían amado con toda su alma y se encontraron, de la noche a la mañana, en los campos de concentración de una Francia derrotada, pesimista y vergonzante o en los brazos siempre cálidos de México –deuda eterna con el pueblo mexicano, con Cárdenas y sus magníficos diplomáticos-, Cuba, Argentina, Chile y tantos países que se brindaron a dar cobijo a esa insólita “Numancia Errante” de que hablaba Luis Araquistain.

Las piedras de España fueron hechas añicos por quienes manoseando su nombre, acudieron a la Legión Cóndor para destruirla; las familias españolas fueron masacradas por quienes decían defender la familia; la cultura española fue exterminada por quienes hablaban de un nuevo amanecer; nunca, en nuestro largo deambular por la historia, el desorden y el crimen organizado campearon por nuestro solar como cuando los traidores decidieron usar las armas del pueblo contra el pueblo; jamás, España anduvo tanto tiempo entre tinieblas y sangre. Y, ¿Cómo, después de un drama tan inmenso y prolongado, nos olvidamos, se olvidaron de lo que habían hecho con España? El régimen de terror implantado por los africanistas fue de tal magnitud que explica por sí solo el silencio, la indolencia, la apatía, la abulia de los españoles que, como gallinas ciegas, quedaron dentro del inmenso campo de concentración en que convirtieron a España; en cuanto a las grandes democracias, su silencio, la ocultación del genocidio franquista, sólo se entiende por su complicidad con la tiranía: Inglaterra, Francia y Estados Unidos, cada cual a su modo, fueron colaboradores necesarios para el triunfo de los genocidas, fueron, por tanto, cómplices de los asesinatos, las desapariciones, los exilios, las torturas que durante décadas asolaron nuestro país. Francia, porque estaba sumida en el miedo y en la decadencia más absoluta; Inglaterra y Estados Unidos –que ayudaron a Franco desde el primer momento vendiéndole todo tipo de pertrechos y poniendo en marcha el calamitoso Comité de No-Intervención- porque preferían tener a un dictador sanguinario pero obediente al frente de los destinos de España, que a un gobierno democrático que defendiese la soberanía nacional.

Existen miles de metros de celuloide grabados por los nazis sobre la destrucción de España, sobre el genocidio, el holocausto y la diáspora española. Los nazis grababan todo lo que hacían en España para poder aplicarlo después con mayor eficacia; existen miles de fotografías sobre la destrucción de España en los archivos españoles… Todavía espero ver una película como El Pianista, de Polansky, sobre nuestro drama; todavía aguardo oír a los grandes políticos, escritores, historiadores e intelectuales europeos y americanos hablar sobre el genocidio franquista; todavía espero que llegue el día en que no sea preciso escribir un artículo tan triste y desolado como el presente.

Hace setenta años, en días como estos de este frío enero, el ejército de la democracia española, el pueblo que se defendía en soledad contra el ataque del nazi-fascismo mundial, atravesaba la frontera de los Pirineos, agotadas sus fuerzas, sin resuello, sin moral, con hambre, con furia, con rabia, con impotencia. Después de luchar heroicamente para defender su libertad y la del mundo libre, fueron encerrados como criminales en campos de concentración que semejaban pocilgas. Muchos murieron en ellos, otros contribuyeron a liberar París, otros fueron llevados a los campos de exterminio nazis, otros devueltos a los patíbulos españoles, otros escaparon a México. Setenta años del fin de una guerra que nunca debió ser, setenta años del comienzo de una dictadura que no habría existido si las grandes democracias así lo hubieran querido tras el triunfo aliado: Setenta años de silencio, de ocultación, de hipocresía, ignominia internacional. Sólo México, una pequeña potencia convertida en gigante de la dignidad humana, del derecho de gentes, se atrevió a defender la causa de la democracia republicana española en todos los foros, contra todas las democracias que escondían la cabeza debajo del ala o veían con buenos ojos una dictadura en España. Son, las razones de un silencio ruin, de uno de los mayores escarnios históricos de nuestro tiempo.
Pedro L. Angosto. Historiador.

sábado, 17 de julio de 2010

JOSE AGUSTÍN GOYTISOLO


Para Tony, por todo
EL AIRE HUELE A HUMO

A Gabriel Celaya y a Amparo Gastón,
Que tanto le quiso y le quiere todavía.
J.A.G.

¿Qué hará con la memoria
de esta noche tan clara
cuando todo termine?
¿Qué hacer si cae la sed
sabiendo que está lejos
la fuente en que bebía?
¿Qué hará de este deseo
de terminar mil veces
por volver a encontrarle?
¿Qué hacer cuando un mal aire
de tristeza la envuelva
igual que un maleficio?
¿Qué hará bajo el otoño
si el aire huele a humo
y a pólvora y a besos?
¿Qué hacer? ¿Qué hará? Preguntas
a un azar que ya tiene
las suertes repartidas.
---o---
EL POEMA

El poema
Es un arma de dos filos.
Uno suave
y el otro
como un grito cortante
como un rayo
incisivo.

¡Ah poeta dulcísimo!

No
olvides
esa parte
del poema.
El castigo
es morir por la espalda
degollado
por el segundo filo.
---o---
CUANDO TODO SUCEDA

Digo: comience el sendero a serpear
delante de la casa. Vuelva el día
vivido a transportarme
lejano entre los chopos.
Allí te esperaré.
Me anunciará tu paso el breve salto
de un pájaro en ese instante fresco y huidizo
que determina el vuelo,
y la hierba otra vez como una orilla
cederá poco a poco a tu presencia.
Te volveré a mirar, a sonreír
desde el borde del agua.
Sé lo que me dirás. Conozco el soplo
de tus labios mojados:
tardabas en llegar. Y luego un beso
repetido en el río.
De nuevo en pie siguiendo tu figura
regresaré a la casa lentamente
cuando todo suceda.
---o---
La noche le es propicia
Todo fue muy sencillo:
ocurrió que las manos
que ella amaba,
tomaron por sorpresa
su piel y sus cabellos;
que la lengua
descubrió su deleite.
¡Ah! detener el tiempo!
Aunque la historia
tan sólo ha comenzado
y sepa que la noche
le es propicia,
teme que con el alba
continúe su sed
igual que siempre.
Ahora el amor la invade
una vez más. ¡Oh tú
que estás bebiendo!
Apiádate de ella,
su garganta está seca,
ni hablar puede.
Pero escucha su herido,
respira la agonía
de un éxtasis y el ruego:
¡no te vayas, no, no te vayas.
¡Quiero beber yo!
---o---
Por rincones de ayer
En lugares perdidos
contra toda esperanza
te buscaba.
En ciudades sin nombre
por rincones de ayer
te busqué.
En horas miserables
entre la sombra amarga
te buscaba.
Y cuando el desaliento
me pedía volver
te encontré.

viernes, 16 de julio de 2010

EL REMORDIMIENTO – J. L. BORGES



He encontrado una hoja de papel con este poema y unas anotaciones de mi madre (Mª Dolores Segura) en ella, son de febrero de este año, y las fue escribiendo mientras manteníamos una maravillosa conversación sobre la intelectualidad, la felicidad y la creación en Borges.

Os las dejo junto al poema para que las disfrutéis.

Intelectualidad en Borges: Está por encima de la afectividad. Los padres son los progenitores, pero no los instructores.

Yo (Borges) soy el creador de mis fantasmas: no soy feliz ni lo he sido ni lo seré. Ese es mi yo. Esa es mi creación. Soy angustiosamente infeliz, sin posibilidad de ser otra cosa que yo. Mi angustia es mi creación, mi obra siempre incompleta.

La educación recibida me ha otorgado en valor de vivir. Pero no el valor de ser feliz. A pesar de eso, nada me abandona (‘siempre está a mi lado) la angustia de ser, siempre ha sido ‘la sombra de un ser desdichado’.

La creación produce angustia; sólo la posibilidad del ‘ser’ no creador podrá aportar felicidad. El creador sólo sufrirá la angustia de ‘ser’ y de ‘crear’. Es imposible ser feliz.
Un beso enorme, mamá, te quiero.

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.

miércoles, 14 de julio de 2010

PSICOLOGÍA DEL COLOR



Partiendo de una encuesta a 2000 alemanes de diferentes profesiones, Eva Heller se plantea la tarea de escribir un libro en el que se explique cómo ‘actúan los colores sobre los sentimientos y la razón’. No se trata de un estudio ‘pseudomístico’ en el que las asociaciones se justifican por simples cuestiones de gusto, sino que ahonda en la antropología, el lenguaje, las estructuras sociales, el dinero o la cultura.

El libro está estructurado en trece capítulos correspondientes cada uno de ellos a un color concreto. Éstos, a su vez, están divididos en subtítulos que desarrollan cada uno de los epígrafes que se han ido reflejando en la encuesta realizada.

A pesar de que el libro presta una atención especial a la cultura Alemana, Eva Heller no deja de lado otras como la china, la hindú o la americana, en las que los colores adquieren significados muy diferentes.

Si queréis saber porqué el verde es el color de la burguesía o conocer algo más sobre la teoría de los colores de Goethe no dejéis de leer este libro, cuya lectura se hace interesante y amena.

Los tintoreros borrachos.

Durante siglos, el color de la indumentaria no fue una cuestión de gusto, sino de dinero. La obtención de tintes era laboriosa, muchos colorantes tenían que importarse, y el teñido exigía un trabajo intenso; todo esto encarecía las telas. Sin duda también había tintes baratos, pero no eran resistentes a la luz y al lavado, y los tejidos quedaban pronto desteñidos. Pero el azul era la excepción: teñir de azul era fácil en cualquier parte, y desde tiempos primitivos se conocía un tinte estable a la luz: el índigo, que fue el tinte más importante. El azul índigo, el mismo de los tejanos, puede variar desde el azul pálido al azul negruzco.
El índigo hizo del azul el color preferido en todas las épocas para las prendas de vestir. Ello nos lleva a un nuevo significado del azul: el azul como el color de la vida cotidiana y del trabajo.

De todos los colores naturales, sólo el púrpura y el azafrán son estables a los lavados y a la luz, pero eran extremadamente caros. El tinte azul índigo tenía una particularidad: podía extraerse de muchas plantas distintas que crecían en todo el mundo. Se han encontrado momias egipcias envueltas en tejidos teñidos de azul índigo; en China, este tinte se conoce desde hace milenios; los celtas se pintaban la cara de azul con glasto para atemorizar a las tropas de César; los indios sabían cómo fabricar el azul índigo; y los tuareg, el pueblo de jinetes del Sáhara, tiñen sus ropas de un índigo tan intenso, que los cristales del tinte confiere a su ropa un brillo metálico que refleja la luz solar.

En Centroeuropa se obtenía el tinte azul del glasto, de nombre botánico isatis tinctoria –es decir, planta tintórea-. Es una planta herbácea de tallo recto, de 25 a 140 cm de altura, con un ramillete de numerosas flores pequeñas de color amarillo en su parte superior, en el tallo, están las hojas oblongas, que es donde se encuentra el colorante.

Carlomagno (768-814) ordenó el cultivo del glasto en todo su reino. En la edad media había ciudades famosas por sus cultivos de glasto: Erfurt, Gotha, Arnstadt, Lagensalza, Tennstedt; desde ellas se distribuía el glasto por toda Europa. Todavía a principios del siglo XVII, más de trescientos pueblos de Turingia vivían del glasto.

En la edad media, el oficio del tintorero era una ciencia secreta. Sólo gracias a la química moderna fue en parte posible descubrir los secretos de los tintoreros. El glasto se utilizaba de esta manera: sólo se cosechaban las hojas de las planta, cortándolas del tallo y dejando el resto de la planta en tierra, pues, al cabo de varios años volvía a ser útil; luego, las hojas eran trituradas y puestas a secar al sol.

Las labores de tinte exigían buen tiempo, debía hacer calor al menos durante dos semanas. En cuanto a los utensilios, sólo se necesitaban cubas, grandes y rectas, de troncos ahuecados, que se ponían al sol. En estas cubas se colocaban las hojas secas de glasto y se llenaban luego de un líquido hasta cubrirlas. El líquido era químicamente único: orina humana.

Esta mezcla de orina y glasto puesta al sol empezaba a fermentar y se formaba alcohol, que disolvía el colorante índigo de las hojas. Aunque en la edad media no se conocía el proceso químico, se sabía que la fermentación se reforzaba, obteniéndose más colorante, si se añadía alcohol. Pero el alcohol no se podía echar directamente a la mezcla porque podía estropearla. El alcohol se añadía de una manera indirecta: en antiguas recetas se dice que el tinte obtenido es especialmente bueno si se utiliza la orina de hombres que han bebido mucho alcohol.

El proceso duraba tres días por lo menos, hasta que el colorante se desprendía de las hojas. Si los días no eran soleados, podía durar una semana. Los operarios tenían entonces que dar vueltas a las podridas hojas una y otra vez. Lo hacían introduciéndose con los pies desnudos en las cubas, -quizá porque este método tiene la ventaja de que uno puede apretarse la nariz-. Por lo demás, debían mantener húmeda la pasta de hojas resultante y vigilar la cantidad de alcohol.

Según las recetas, el colorante se ha separado de las hojas cuando el hedor disminuye, pero aún no se puede teñir nada. El colorante disuelto en el alcohol debía hacerse soluble en agua mediante una segunda fermentación, para la que se añadía sal. Los tintoreros debían esperar de tres a ocho días más, en lo que lo único que tenían que hacer era remover la mezcla y reponer la orina evaporada, y sobre todo, seguir vigilando el contenido de alcohol de la mezcla, pues cuanto mejor era la fermentación, más abundante era el tinte y más intenso el azul. Sólo cuando la mezcla empezaba a enmohecer podían teñirse tejidos e hilos. Éstos debían permanecer un día entero en la mezcla para tomar suficiente tinte. Luego eran aclarados nuevamente en orina. Pero su color todavía no era azul, pues tenían el color desagradable de la mezcla. Sólo después de secar lo tejidos a la luz del sol aparecía el azul. El índigo es un colorante de oxidación. Y precisamente porque el color aparece cuando es expuesto a la luz, es tan estable.

El glasto tenía una ventaja adicional: podía almacenarse por tiempo indefinido. Cuando no había que teñir dentro de un plazo breve, se hacían bolas con las hojas fermentadas y se las dejaba secar. También se vendían de esta manera. Para usarlas de nuevo las bolas volvían a introducirse en orina.

Dejando aparte el hedor, la tinción era una actividad agradable. Los tintoreros trabajaban al aire libre, con buen tiempo, y además había que beber abundantemente. Cuando se veía a los tintoreros borrachos dormir al sol, todo el mundo sabía que estaban ‘haciendo el azul’. Y quien había hecho el azul, estaba borracho, o, cómo acabó diciéndose en Alemania del borracho: estaba azul.

Así de bonito era teñir de azul en Alemania, por eso sólo en Alemania se dice que los borrachos se ponen azules, y, cuando alguien no acude al trabajo, se dice que ‘está haciendo el azul’.

El uso del glasto pasó a la historia de forma bastante repentina, cuando fue reemplazado por un mejor tinte de índigo cuya elaboración no precisaba de alcohol adicional. Del glasto hoy no se conoce ya ni su nombre. Pero en Alemania quedaron las expresiones ‘hacer’ o ‘estar’ azul, todavía muy populares, aunque el origen de las mismas hace tiempo que quedó olvidado.
Título: Psicología del color. Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón.
Autora: Eva Heller
Editorial: Gustavo Gili

martes, 13 de julio de 2010

KANDINSKY Y EL VERDE



El verde absoluto es el color más tranquilo que existe: no se mueve hacia ninguna parte y no le acompaña ningún tono de alegría, tristeza o pasión; no pide nada ni invoca nada. Esta permanente ausencia de movimiento es una cualidad que produce un efecto bienhechor en las personas y las almas fatigadas, pero que tras cierto tiempo de reposo puede volverse fácilmente aburrido. Los cuadros pintados con armonías verdes confirman esta afirmación… el verde no produce más que aburrimiento… La pasividad es la nota más característica del verde absoluto, y esta nota se presenta perfumada de crasitud y autosatisfacción. Por eso, el verde absoluto es, en el reino de los colores, lo que en el reino de los hombres la llamada burguesía: un elemento inmóvil, satisfecho de sí mismo y limitado en todas las direcciones. Este verde es como una vaca gorda y muy sana que, capaz sólo de rumiar, observa inmóvil el mundo que le rodea con mirada estúpida e indolente.

lunes, 12 de julio de 2010

EL PROCESO CREATIVO POR MARCEL DUCHAMP



Este texto proviene de una presentación de Marcel Duchamp en Houston (Texas) en 1957, ante la Conferencia de la Federación Americana de Artes. Fue publicada en Art News, vol. 56 N° 4, 1957. Esta traducción se ha realizado del original en inglés y de la traducción al francés hecha por el propio Duchamp.

Consideremos dos factores importantes, los dos polos de toda creación de orden artístico: el artista por un lado, y por el otro el espectador que, con el tiempo, se convertirá en la posteridad.

Según todas las apariencias, el artista actúa como un ente mediumístico, que, del laberinto más allá del tiempo y del espacio, busca su camino de salida a la claridad.

Si damos los atributos de un médium al artista, debemos, entonces, negarle la facultad de ser plenamente consciente, en el plano estético, de qué es lo que está haciendo o por qué lo hace. Todas sus decisiones en la ejecución artística de la obra se basan en el dominio de la pura intuición, y no pueden ser traducidas en un auto-análisis, habladas o escritas, o incluso, pensadas.

T. S. Eliot, en su ensayo sobre Tradición y talento individual, escribe: «Mientras más perfecto el artista, más completamente separados en él estarán el hombre que sufre y la mente que crea; más perfectamente digerirá y traducirá las pasiones que son sus materiales».

Millones de artistas crean; sólo unos pocos miles son discutidos o aceptados por el espectador, y todavía muchos menos son consagrados en la posteridad.

En el último análisis, el artista puede gritar de todos los tejados que él es un genio; tendrá que esperar el veredicto del espectador para que sus declaraciones tomen un valor social y para que, finalmente, la posteridad le incluya entre los principales de la Historia del Arte.

Sé que este enunciado no contará con la aprobación de muchos artistas que rehúsan este rol mediumístico y que insisten en la validez de su plena conciencia en el acto creativo —sin embargo la historia del arte consistentemente ha decidido sobre las virtudes de una obra de arte a través de consideraciones completamente divorciadas de las racionalizadas explicaciones del artista.

Si el artista, como ser humano, pleno de las mejores intenciones hacia sí mismo y hacia el mundo completo, no juega ningún rol en la apreciación de su propia obra, ¿cómo puede uno describir el fenómeno que impulsa al espectador a reaccionar críticamente sobre la obra de arte? En otras palabras, ¿cómo se produce esta reacción?

Este fenómeno es comparable a una transferencia, del artista al espectador, en la forma de una osmosis estética que tiene lugar por medio de la materia inerte: pigmento, piano o mármol.

Pero, antes de ir más lejos, quisiera clarificar nuestro entendimiento de la palabra «arte» —para estar seguros, sin intentar una definición.

Lo que tengo en mente es que el arte puede ser malo, bueno o indiferente, pero, cualquiera sea el adjetivo que se use, debemos llamarlo arte, y el mal arte es aún arte, del mismo modo que una mala emoción sigue siendo una emoción.

Por ello, cuando me refiera a «coeficiente de arte», deberá entenderse que me refiero no sólo al gran arte, sino que estoy tratando de describir el mecanismo subjetivo que produce arte en un estado bruto —à l’état brut— malo, bueno o indiferente.

En el acto creativo, el artista va de la intención a la realización, a través de una cadena de reacciones totalmente subjetivas. Su lucha hacia la realización es una serie de esfuerzos, penurias, satisfacciones, renuncias, decisiones, que tampoco son, y no deben serlo, completamente auto-conscientes, por lo menos, en el plano estético.

El resultado de esta lucha es una diferencia entre la intención y su realización, una diferencia de la que el artista no se da cuenta.

Consecuentemente, en la cadena de reacciones que acompañan el acto creativo, un eslabón está faltante. Esta separación que representa la inhabilidad del artista para expresar totalmente su intención; esta diferencia entre lo que se ha intentado realizar y lo efectivamente realizado, es el «coeficiente de arte» personal contenido en la obra.

En otras palabras, el «coeficiente de arte» personal es como una relación aritmética entre lo inexpresado pero intentado, y lo expresado no intencionalmente.

Para evitar un malentendido, debemos recordar que este «coeficiente de arte» es una expresión personal de arte «à l’état brut», que sigue estando en estado bruto, y que debe ser «refinado», como el azúcar pura de la melaza, por el espectador; el valor de este coeficiente no porta el veredicto que está por sobre. El acto creativo toma otro aspecto cuando el espectador experimenta el fenómeno de transmutación; por el cambio de materia inerte a obra de arte, es una transubstanciación la que ha tomado lugar, y el rol del espectador será determinar el peso de la obra en la escala estética.

En suma, el acto creativo no es desempañado por el artista solamente; el espectador lleva la obra al contacto con el mundo exterior por medio del desciframiento y la interpretación de sus cualidades internas y así agrega su contribución al acto creativo. Esto se hace aún más obvio cuando la posteridad da su veredicto final y algunas veces rehabilita a artistas olvidados.
Traducción: Alberto Montealegre B.

domingo, 11 de julio de 2010

ESCALAS CROMÁTICAS EN "LA BRANCHE" (y V)

Esquema cromático nº 6

El acorde cromático rojo-naranja-amarillo

Eugène Delacroix escribió: “Todo el mundo sabe que el amarillo, el naranja y el rojo infunden y representan ideas de alegría y de riqueza”

Esquema cromático nº 7

Efectivamente, la tríada típica de lo entretenido, de la actividad, de la energía viene expresada por el acorde cromático rojo-naranja-amarillo.

Esquema cromático nº 8

Se trata de una armonía de colores análogos, con la que se logra sugerir cierta inquietud pero manteniendo una unidad en el colorido. Es cálida y los tres colores que la conforman provocan interés. Es una combinación muy usada por los creativos publicitarios cuando buscan la atención del público potencial en la venta de un producto.

Esquema cromático nº 9

Combinando los tonos que hemos expuesto en anteriores entradas obtenemos otras escalas cromáticas, en las que acentuamos las características de los tonos dominantes mediantes colores complementarios y/o de complemento dividido.

Esquema cromático nº 10


Esquema cromático nº 11

sábado, 10 de julio de 2010

DERECHO AL ABORTO



Resulta increíble que ciertos derechos fundamentales del ser humano como la identidad sexual, la igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres o el derecho al aborto sigan supeditados a las clases gobernantes. Estos derechos son propios de la especie humana y no de la moral de la misma, que en el llamado primer mundo por el capitalismo, están claramente supeditados a una moral cristiana que venimos arrastrando desde hace demasiado tiempo.

No existiría debate sobre el aborto si en lugar de atender a la concepción católica de la vida, esa que dice que el feto masculino adquiere la vida varias semanas antes que el femenino, nos centráramos en la ciencia.

Claro que abortar no es un acto sencillo, ¿alguna vez habéis pasado una mañana en una clínica donde se practiquen abortos? Pero no lo es porque el peso cultural (el de la iglesia católica) nos sigue haciendo creer que estamos cometiendo un asesinato. No lo es porque se trata de una intervención quirúrgica, porque hay una anestesia por medio, porque los días posteriores el dolor físico de tu cuerpo es tal que necesitas analgésicos y reposo.

Ha de haber información y no sólo en esos centros. Porque no podemos perder de vista que un aborto no es un sustituto de un método anticonceptivo. La sociedad ha de tener en su subconsciente colectivo que las prácticas sexuales han de ser SIEMPRE con métodos anticonceptivos. Y si después de un uso correcto de los mismos una mujer queda embarazada TIENE QUE TENER TODO EL APOYO DEL ESTADO para poner fin a ese embarazo que no desea bajo ningún concepto.

Con medidas como las que podéis leer en el artículo aparecido en El País ayer, conseguiremos una sociedad en la que haya un gran porcentaje de niños no deseados, y no es un peso que un ser humano deba llevar sobre sus espaldas.

Esto que leeréis en el artículo sólo tiene un nombre FASCISMO.

El Gobierno valenciano disuadirá con vídeos, fotos y ecografías a las mujeres que se planteen abortar

La portavoz de Camps anuncia un comité para estudiar la objeción de conciencia también de personal no sanitario

ADOLF BELTRAN - Valencia - 09/07/2010
El Gobierno valenciano, que preside Francisco Camps, del PP, aprovechará el mecanismo de asesoramiento que prevé la nueva ley de interrupción voluntaria del embarazo para someter a las mujeres que se planteen abortar a un proceso de disuasión mediante vídeos, fotografías y hasta ecografías en tres dimensiones. Así lo ha anunciado este mediodía la portavoz de la Generalitat Valenciana, Paula Sánchez de León, que ha justificado la medida con el argumento de que, además del mero asesoramiento médico, hay que aportar información "sobre la trascendencia ética de la decisión de abortar". Preguntada acerca de la pretensión disuasoria de la iniciativa, ha respondido: "El Consell trabajará en la medida en la que la ley lo permita para que las personas puedan proteger el derecho a la vida".

Sánchez de León, que ha lamentado que el Tribunal Constitucional, al aceptar a trámite el recurso del PP contra la ley, no la haya paralizado cautelarmente, ha anunciado también que el Gobierno valenciano creará un "comité de expertos" que analizará las posibilidades de la normativa para que en la Comunidad Valenciana pueda ampliarse el derecho a la objeción de conciencia frente al aborto a "empleados públicos no sanitarios". También creará un servicio específico, "no sólo para aplicar el programa Más Vida (vinculado a organizaciones antiabortistas), sino para contrarrestar o crear alternativas a la ley del aborto".

El pasado lunes entró en vigor la nueva ley del aborto. Ese mismo día, varias comunidades autónomas gobernadas por el PP anunciaron su boicot a la norma. Al día siguiente, la dirección del PP llamó al orden a sus barones. "La ley del aborto ha entrado en vigor y hay que aplicarla", aseguró la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. El más beligerante de los líderes autonómicos fue el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que señaló que la ley no se aplicaría en su comunidad hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso del PP. Tras multitud de llamadas de atención, Murcia ha decidido comenzar a aplicar la norma. La región donde se da la mayor tasa de interrupciones voluntarias del embarazo de España (16,6% por cada 1.000 mujeres frente al 15,8% de Madrid) ya no derivará a otras comunidades a sus mujeres para abortar, como era su intención.

viernes, 9 de julio de 2010

ESCALAS CROMÁTICAS EN "LA BRANCHE" (IV)

La tonalidad púrpura.

Situado entre el azul y el rojo, el púrpura ha sido el color del poder, de la teología, de la magia o del feminismo. Es un color ambivalente y extravagante.

Sinestesias: Potencia, dinámica oculta, movimiento, sonidos agudos e intensos, humedad, tibieza, expansión cálida.

Simbolismo: dignidad, espiritualidad, templanza, esoterismo, unión de contrarios, pasión, prudencia, docilidad, sumisión, equilibrio entre amor y sabiduría, obediencia, melancolía.

Convencionalismos semánticos: la magia, la energía, la potencia, lo latente.

Esquema cromático nº 5

Junto al verde, su complementario dividido, se produce un ajuste armónico del los efectos del púrpura, es decir, esta combinación manifiesta un dinamismo equilibrado de la tonalidad dominante. Que provoca en el espectador la sensación de naturalidad.

Esta combinación evoca espontaneidad, sencillez o la esencia de las cosas, aunque también podría tratarse de una mención de la religiosidad.

jueves, 8 de julio de 2010

ESCALAS CROMÁTICAS EN "LA BRANCHE" (III)

La tonalidad marrón

El marrón es un color acogedor, cálido si en su composición está presente el rojo. Es el color de lo corriente y de la necedad.

Sinestesias: Silencio cálido, hambre, comprensión, sonidos graves y débiles, rugosidad.

Simbolismo: Robustez, otoño, el interior de la tierra, fertilidad, suntuosidad, esfuerzo, pasividad, venganza, tosquedad, empobrecimiento.

Convencionalismo semántico: riqueza.

Junto al verde produce cierta sensación de aspereza.

Esquema cromático nº 3

Junto a los azules aporta un punto de masculinidad.

Esquema cromático nº 4

martes, 6 de julio de 2010

ESCALAS CROMÁTICAS EN "LA BRANCHE" (II)

La tonalidad azul

Si algo destaca a simple vista en este cuadro de Chagall es el color azul. Desde el pálido azul lavanda hasta la oscuridad del azul ultramar observamos en la paleta de este pintor una gama inagotable de matices.

Pero, ¿qué nos dice el azul?

El azul pertenece a la gama de los colores fríos. Éstos evocan el hielo y la nieve, ralentizan el metabolismo e inducen a la calma.

Esquema cromático nº1

Desde el punto de vista de las sinestesias, es decir, de las imágenes o sensaciones subjetivas, percibidas por un sentido distinto a la vista y que asociamos cuando visualizamos un color; el azul nos produce, en general, sensaciones positivas: una dinámica serena, frialdad lenta, contracción espacial y lenta, suavidad, estatismo o sonidos graves y moderados.

Esquema cromático nº 2

Simbólicamente el azul está asociado al pensamiento consciente, la ciencia, la sabiduría, el clasicismo, la dignidad, la prudencia, la certeza, la tranquilidad, la discreción, la madurez, la profundidad, la inmortalidad, espiritualidad. Pero también se relaciona con la apatía, la tristeza, la muerte, la indiferencia, la monotonía la espera o la realidad inmaterial.

También es la imagen de la aristocracia, de lo regio, de la lealtad y la fidelidad, de la tradición, de la formalidad o de la seriedad.